Éste es un proyecto personal que realizo junto a mi amiga italiana Francesca , una sesión foody improvisada en su casa.

Con Fran coincidimos con el entusiasmo por la pizza napolitana, afición que nos surge en pleno confinamiento, y que ella a continua desarrollando.

Desde el principio no ha dejado de formarse, investigando en internet, participando en grupos y foros en las redes. Recientemente, ha asistido a un taller presencial avanzado con el asesor culinario y pizzaiolo Luigi Di Domenico, incluso a invertido en la compra de un horno portable de la marca Ooni, con el que puede cocer la pizza a la temperatura adecuada.

Para esta sesión rápida con luz artificial, uno mis dos pasiones, la pizza y la fotografía de comida, donde muestro cómo con los conocimientos técnicos y materiales adecuados se puede improvisar una sesión de fotografía de producto gastronómico en casi cualquier espacio, obteniendo unos resultados comerciales ideales para utilizar como contenidos para páginas web, redes sociales incluso catálogos o cartas de restaurante.

Viva la pizza fatta in casa!